Tensión arterial y flujo sanguíneo
La
función básica del sistema circulatorio (o
cardiovascular) es la de bombear la sangre para transportar oxígeno y
otras sustancias nutritivas hacia los tejidos, así como eliminar productos
residuales y trasladar de una parte a otra del organismo diferentes sustancias
como, por ejemplo, las hormonas.
El corazón es
la bomba que mantiene en funcionamiento todo el circuito a
una presión constante y determinada que hace que la sangre circule tal y como
debe. La medida de esta presión es lo que se denomina presión
arterial. Las dos fuerzas fisiológicas que determinan la presión
arterial son el gasto cardíaco (la cantidad de sangre que impulsa el corazón) y
la resistencia vascular al flujo de sangre (resistencias periféricas).
La presión arterial sistémica se mantiene a un nivel
que permite el buen funcionamiento del cerebro, una correcta presión de riego
sanguíneo renal y un riego suficiente de las arterias coronarias. Entre los
múltiples sistemas de control, hay cuatro que desempeñan
un papel fundamental en el mantenimiento de la presión arterial entre estos límites:
los barorreceptores arteriales, el metabolismo
hidrosalino, el sistema renina-angiotensina y
la autorregulación vascular.
Todos estos
mecanismos participan en la regulación de la presión arterial, y no son
independientes. Si uno de ellos está activado repercute en los otros sistemas,
aunque no se modifique la presión arterial. Cualquier alteración del corazón y
de los vasos (incluyendo los linfáticos) tiene interés no sólo por el trastorno
que representa en sí mismo, sino también por los problemas de regulación
general que puede acarrear como consecuencia del fallo de aporte de sangre y
oxígeno a los tejidos.
Flujo sanguíneo
El flujo sanguíneo es la cantidad
de sangre que atraviesa la sección de un punto dado de
la circulación en un período determinado. Normalmente se expresa en
mililitros por minuto o litros por minuto.
Desde luego, la sangre fluye de las
áreas de mayor presión a las de menor presión, excepto en ciertos casos cuando
la inercia. La relación entre el flujo medio, la presión media y la resistencia
en los vasos sanguíneos es análoga, en general, a la relación entre corriente,
la fuerza electromotriz y la resistencia en un circuito eléctrico expresada por
la ley de Ohm:
Corriente (I) = fuerza electromotriz
(E)/ resistencia (R)
Flujo (F) = presión (P)/resistencia
(R)
En cualquier porción del sistema
vascular, el flujo es igual a la presión de perfusión efectiva en esa porción,
dividida entre la resistencia. La presión de perfusión efectiva es la presión
intraluminal media en el extremo arterial menos la presión media en el extremo
venoso.
https://www.tension-arterial.com/el-sistema-circulatorio.html
No hay comentarios.:
Publicar un comentario