viernes, 1 de marzo de 2019

3.16 Sistema bioelectrico


Sistema bioelectrico

El Sistema Cuántico Bio-Eléctrico es una nueva herramienta que analiza este fenómeno. La energía y la baja frecuencia magnética del cuerpo humano se captan al sostener el sensor, y a continuación el equipo las amplifica y las analiza mediante el microprocesador que incorpora. Los datos se comparan con el espectro cuántico de resonancia magnética estándar de enfermedades y de nutrición, así como con otros indicadores incorporados en el equipo para diagnosticar si las formas de las ondas presentan irregularidades a través del uso de la aproximación de Fourier. De esta manera se puede realizar el análisis y diagnóstico del estado de salud y obtener los principales problemas del paciente, también como distintas propuestas estándares de curación o prevención, basándose en el resultado del análisis de la forma de la onda.
El método de análisis cuántico de resonancia magnética es un emergente método de detección espectral, rápido, preciso y no invasivo, lo que lo hace especialmente apropiado para la comparación de los efectos de curación de diferentes medicinas y productos médicos, y para la comprobación de posibles estados anormales de salud. Los principales elementos de análisis ascienden a más de treinta, e incluyen los siguientes sistemas:

·         Cardiovascular y Cerebro vascular
·         Función Gastrointestinal
·         Función de la Vesícula Biliar
·         Función Pancreática
·         Función Renal
·         Función Pulmonar
·         Sistema Nervioso
·         Padecimientos Oseos
·         Densidad Mineral Osea
·         Enfermedad de Hueso Reumatoide
·         Glucosa en la Sangre
·         Condición Física
·         Toxinas
·         Oligoelementos
·         Vitaminas
·         Aminoácidos
·         Coenzimas
·         Metales Pesados
·         Próstata

Efecto de la electricidad en los seres vivos

Magnitudes eléctricas

En electrotecnia se precisan varias magnitudes fundamentales para caracterizar correctamente un circuito eléctrico y sus propiedades. Sin entrar a profundizar en todas ellas, expondremos los aspectos principales del tema que nos ocupa en base a las tres más conocidas por el público en general: la tensión, la intensidad y la resistencia.
La tensión, también llamada “diferencia de potencial” y más familiarmente “voltaje” está relacionada con la capacidad de trabajo que puede realizar una carga eléctrica. Usando un símil hidráulico, sería la presión del agua, debida a una bomba o a una diferencia de nivel. La unidad se denomina Voltio (V) y, para tener unas referencias, cabe decir que una pila o batería tiene una tensión entre 1 voltio y unas decenas de voltios, la red de alimentación doméstica opera a 230/400 V y una línea aérea de transmisión funciona entre 11.000 y 400.000 voltios.
La intensidad es la cantidad de electricidad “carga eléctrica” que circula a través de un conductor por unidad de tiempo. En hidráulica sería el caudal, los m3 por segundo que pasan por una tubería. La unidad se llama Amperio (A) y, a título de ejemplo, podemos decir que una estufa eléctrica doméstica consume unos 4 a 8 amperios. Hay que destacar la expresión que circula porque respecto a la intensidad es frecuente cometer el error de hablar de “un enchufe, un interruptor, etc.  De 10 A”. Pues bien, la intensidad real en aplicaciones domésticas puede estar entre 0 A -si no hay nada conectado- hasta millares de amperios si el aparato conectado es defectuoso o presenta un cortocircuito. La cifra que se indica en el propio dispositivo es la máxima intensidad aplicable, de modo permanente, a efectos de calentamiento del mismo, no la intensidad real en cualquier momento.
La resistencia es la medida del grado de dificultad que ofrece un cuerpo para que la corriente eléctrica circule por él. En hidráulica sería equivalente a la dificultad de paso del agua por una tubería según su diámetro y su longitud. La unidad es el Ohmio (Ω) que se define como la resistencia que permite el paso de 1 A bajo una diferencia de potencial de 1 V. Para hablar con propiedad, deberíamos referirnos al concepto más general de impedancia (especialmente en corriente alterna) pero la naturaleza esencialmente resistiva del cuerpo humano permite la simplificación realizada.
Las tres magnitudes no son independientes entre sí. Se considera que la resistencia no es una magnitud fundamental, sino que se calcula a partir de la tensión e intensidad mediante la conocida Ley de Ohm:
R (Ω )= E(volt)/I(A)
Al igual que un grifo permite variar el caudal de agua que pasa por una tubería, también es posible que la resistencia eléctrica varíe de un cuerpo humano a otro, y dependa de las superficies de contacto, del estado de humedad de la piel y de otras circunstancias. Esto debe tenerse muy en cuenta al considerar las posibles consecuencias de una descarga eléctrica.

Efectos de la electricidad sobre el cuerpo humano

Cuando alguna parte o partes del cuerpo humano entran en contacto con dos puntos u objetos entre los que existe una diferencia de potencial (voltaje), se establece el paso de una corriente eléctrica a través del cuerpo que puede producir efectos muy diversos, desde un leve cosquilleo hasta la muerte, pasando por contracciones musculares, dificultades o paro respiratorio, caídas, quemaduras, fibrilación ventricular y paro cardíaco. Esto se conoce como choque eléctrico.
El choque eléctrico puede producirse al tocar elementos sometidos a tensión, como cables o barras metálicas desnudas (contacto directo), u objetos, normalmente inofensivos, cuya tensión se debe a fallos y defectos de aislamiento (contacto indirecto).

Esquema de red trifásica

Para poder comprender el proceso es necesario puntualizar que la red de distribución en baja tensión -la que entra en nuestros domicilios, oficinas, locales comerciales, etc.- es trifásica y el neutro está conectado a tierra.
A partir del esquema anterior puede inferirse que si una persona entra en contacto con una de las fases L1, L2, L3 y tiene los pies apoyados en el suelo (o toca alguna masa metálica, tubería, etc. que haga buen contacto con tierra) se cerrará el circuito estableciéndose una corriente que atravesará su cuerpo, produciéndole el choque. Lo mismo ocurrirá si toca la carcasa metálica de algún aparato que presente defectos de aislamiento.
Los factores que determinan la severidad de las lesiones son:
El tipo de corriente, continua (pilas y baterías) o alterna (red eléctrica).
En general, la corriente alterna de baja frecuencia (50 – 60 Hz) que se distribuye a través de la red puede llegar a ser hasta 3 o 5 veces más peligrosa que la continua. Puesto que se trata del tipo de corriente al que habitualmente estamos expuestos en viviendas, locales, comercios, oficinas, etc., nos centraremos en los riesgos que lleva asociados la alterna.

La intensidad y el tiempo.

En general, cuanto mayor es la intensidad y/o el tiempo en que circula corriente por nuestro cuerpo, más graves son las consecuencias. La tabla siguiente  muestra los efectos generados en función de la intensidad y el tiempo de exposición, en un adulto de más de 50 kg de peso, suponiendo que los puntos de contacto son dos extremidades.

https://losmundosdebrana.com/2014/11/25/efectos-de-la-corriente-electrica-en-el-cuerpo-humano-ii-la-edad-de-la-gran-potencia/

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